Las consecuencias (principales) son: mareos, vómitos, fiebre superior a 40⁰C, cefalea o irritabilidad y taquicardia.
Expertos aseguran que es importante comenzar con la tarea de la buena alimentación desde temprana edad.
El color de la mucosidad nos puede dar indicios sobre si existen infecciones o no en los más pequeños.
Son varias las razones por la que los menores pueden quejarse del dolor de panza. Aquí te contamos cuáles son las causas más comunes y qué es recomendable hacer.