Actividades extraescolares: ¿son convenientes?

Educación y cultura 07 de noviembre de 2022 Por Redacción
Expertos recomiendan no imponérselas a los menores

El tiempo que los niños pasan fuera de la escuela podría ser beneficioso si se lo sabe aprovechar. De lo contrario, podría convertirse en horas de ocio con consecuencias negativas. En este punto aparecen las actividades extraescolares, las cuales pueden aportar innumerables beneficios a los chicos.

En un artículo del sitio C&A, de España, aseguran que “las actividades extraescolares pueden incentivar talentos insospechados, consolidar conocimientos y promover el desarrollo” del menor. 

No obstante, “algunos psicólogos advierten que esta actividad no debe ser concebida como una obligación para los niños. Ellos también necesitan tiempo libre para estar en familia, con sus padres, hermanos, para jugar o no hacer nada, y tienen derecho a decidir en qué emplear su tiempo”, señalan en la página guiainfantil.com.

Ahora bien, si la idea es que el niño haga algo fuera de la escuela, es necesario tener presentes ciertos factores a la hora de elegir. En primer término, es clave que la actividad se corresponda con los intereses y motivaciones de los pequeños. Para averiguarlo, una buena herramienta es ofrecerles una clase de prueba para saber si les gusta o no. Además, es importante tener en cuenta la edad, dice Elisa López, especializada en Psicología Infantil, en una nota de cuidateplus.marca.com

Opciones

Entre las principales actividades extraescolares aparecen aquellas relacionadas al deporte, la música o la práctica de un idioma. Sin embargo, no todas son adecuadas para cualquier niño. 

Por ejemplo, para los pequeños de cuatro a cinco años, en cuidateplus aconsejan realizar actividades relacionadas con la danza, la psicomotricidad, la natación y el dibujo. Desde los seis, los deportes aparecen de manera predominante puesto que “favorecen la coordinación, la velocidad, la resistencia, los reflejos y la cooperación”. Entre los siete y los ocho, teniendo en cuenta que el niño empieza a adquirir cierta madurez, recomiendan actividades que fortalezcan la interpretación, dominio de la lectura y la autoconciencia.

A pesar de esto, como se dijo más arriba, hay que considerar los intereses de los menores, como así también tener en claro que las actividades extraescolares no deben ser concebidas como una obligación.

No sobrecargar

Los expertos señalan que cada vez son más los padres que anotan a sus hijos para hacer cosas fuera de la escuela, ya sea por tener más tiempo para ellos o mantener cubiertos todos sus horarios porque lo consideran beneficioso y necesario.

Sea cual sea el motivo, lo importante es evitar la saturación de los pequeños. Ese escenario puede tener consecuencias negativas y por eso, en el diario El País advierten que es importante estar atentos a “síntomas de cansancio, de insomnio, nerviosismo o decaimiento; posiblemente el niño no pueda con todo. Es necesario que estemos atentos a cualquier síntoma de estrés infantil”.

Que no se pierda el juego

El vertiginoso ritmo de la vida actual hizo que se perdieran hábitos o que se le restara importancia a algunos de ellos. Uno de esos es el juego, factor clave en la etapa de la niñez. Ciertos padres piensan que si su hijo juega pierde el tiempo; por lo que es necesario aclarar que no es así. La recreación contribuye a que un niño crezca sano y feliz. “El juego hará que los niños sean emocionalmente más expresivos, que tengan más energía, que aprendan a comunicarse mejor y a tener más vocabulario. El juego les permite cuidar su sentido del humor, a potenciar su imaginación, a sentir pasión por lo que hace, a ser perspicaz y a poder conectar con el mundo que le rodea de una forma mucho más profunda. El juego ayuda a los niños a potenciar su creatividad a que sean capaces de inventar historias y de cambiar la perspectiva de la realidad”, afirman en una nota del sitio Etapa Infantil.

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