Los niños y la alimentación: cómo inculcarles hábitos saludables
En los primeros años de vida, alimentar a los niños puede, en ocasiones, tornarse complejo. Decirle no a las gaseosas, dulces y harinas y, por el contrario, tratar de inculcarles una alimentación saludable, no es sencillo. En la mayoría de los casos, los chicos son de rechazar las verduras, las frutas e incluso las carnes, por lo que es todo un desafío enseñarles buenos hábitos nutricionales.
No obstante, a menos que se diagnostique alguna patología, no es necesario alarmarse. De acuerdo a un artículo publicado en la página de la Pontificia Universidad Católica de Chile, las dificultades en la alimentación son frecuentes en la infancia y por lo general son leves o responden a una percepción alterada de los adultos. Y agregan que, en ausencia de signos de alarma, es importante tranquilizar a los padres, entregar medidas generales y educar respecto a comportamientos alimentarios normales durante la edad infantil.
En relación a la alimentación infantil, en dicho estudio mencionan que las conductas más normales suelen ser:
1. Neofobia: corresponde al rechazo a alimentos nuevos.
2. Selectividad: es un comportamiento infantil muy frecuente, una manifestación esperable en el contexto de un proceso de adaptación, que solo requiere seguimiento.
3. Disminución fisiológica del apetito: corresponde a un proceso normal que acompaña la disminución en la velocidad de crecimiento del niño, habitualmente después del año de vida.
Es importante comenzar con la tarea de la buena alimentación desde temprana edad. De ese modo, hay mayores posibilidades de que los hijos adquieran buenos hábitos. Como adulto, es clave dar el ejemplo de cómo alimentarse porque entre los uno y tres años los pequeños tienen, entre sus formas de aprendizaje, la de actuar por imitación.
En este sentido, en el sitio Mom and me, la nutricionista infantil, Nelly Olarte, da algunos tips para transmitir y enseñar sobre la buena alimentación.
A) Hacer platos atractivos es de gran ayuda. Algunas prácticas útiles para lograrlo son: distribuir la comida en raciones pequeñas; buscar platos que sean atractivos a la vista por sus formas y colores; y preparar de diferentes maneras un mismo plato.
B) Enseñarle a comer de acuerdo a su edad: cada etapa de crecimiento de los niños implica una alimentación ligeramente distinta. Hay que tener presente que ellos no cuentan con la misma capacidad digestiva que tiene un adulto y que las porciones deben adecuarse a la edad.
C) No obligarlos a comer: no hay que ser muy permisivo ni muy estricto. La comida no tiene que ser usada como premio o castigo.
Ahora bien, cuando hablamos de qué alimentos deben consumir los niños, hay que saber que los principios de alimentación son similares a los de los adultos. Esto significa que también necesitan los nutrientes como las vitaminas, minerales, hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables. La diferencia está en la cantidad de nutrientes específicos según las edades.
En el artículo “Nutrición para niños: pautas para una dieta saludable”, de la Mayo Clinic, sugieren que los niños consuman proteínas provenientes de mariscos, carnes sin grasa y de ave, huevos, productos de soja y frutos secos, entre otros. Por otro lado, recomiendan alentarlos a comer frutas y verduras variadas, ya sean frescas, enlatadas, congeladas o secas. También, aconsejan la ingesta de lácteos descremados o con bajo contenido graso (leche, yogurt, queso o bebidas de soja fortificadas). Respecto de los granos, señalan la necesidad del consumo de aquellos que son integrales (pan integral, avena, quinoa y arroz integral) y desaconsejan aquellos refinados.
También, advierten sobre la importancia de limitar el azúcar agregada, las grasas saturadas y trans y el sodio.
En cualquier caso, si existe alguna duda por parte de los padres, es aconsejable consultar a un pediatra o nutricionista infantil quien podrá guiarlos en este camino.
Foto: Bebés y más.